jueves, 2 de septiembre de 2010

Mi forma de vestir

De niña fui vestida por mi madre, no lo negaré, ningún niño o niña de mi entorno elegía su ropa solo, salvo alguno que otro detalle, como las sandalias que cambiaban de color al sol, las zapatillas con luces, de personajes, etc., fuera de eso, sólo queríamos juguetes. Hoy en día no es así, las niñas y niños han desarrollado la capacidad de elección de vestimenta desde los 3 años!!! no sé si sentirme una bruta a su lado o simplemente creer que eso se debe a la naturaleza de la evolución en los seres vivos (mejor vamos por el segundo, me conviene), pero este es otro tema.
Conforme pasaron los años y estaba entre la pubertad y la adolescencia, ya tomaba ciertas decisiones con respecto al vestuario, pero tampoco era una decisión final porque los que pagaban eran Papi y Mami. Si mi elección no les gustaba simplemente ignoraban mi pedido, y si querían me compraban lo que estaba de moda (recordemos que en los noventas la moda era bien rara, los leggins de colores, los shorts largos, las camisas a cuadros, las medias gusanito, las zapatillas gigantes). En pocas palabras, mi participación era mediana en este tema.


En mi adolescencia y juventud ya podía decidir qué ponerme y qué no. Es aquí donde uno refleja la personalidad y el estado de ánimo, si eres de los rebeldes, de los que se guían por los demás y la moda o de los que simplemente se ponen lo que encuentran.
Estando en la universidad conocí la mayor diversidad de looks que pueden existir, desde los hippies, rockeros, descuidados y nerds, hasta los atractivos, lindos y sexys. Yo era más de la onda "quiero ser diferente", no me importaba si me veía linda, menos si me veía sexy, sólo me quería ver diferente porque así me sentía. Mi look era más orientado al punk y grunge (no confundir con el mal concepto de "emo", es distinto por si acaso, no confundan la "moda emo" que ridiculizaron los chibolos hace un par de años, una estupidez total que fue más odiada por los mismos emos). Qué bonito era sentirme relajada, yo misma, con jeans sueltos, gastados, polos raros, sin prácticamente nada de maquillaje, sin sentir presión de verme "regia", era súper libre, era YO.


Llegaron los últimos ciclos de la universidad y con ello las odiosas prácticas, por tales motivos mi vestuario TUVO que cambiar. Qué terrible para mi tener que comprar ropa que no quería, y más aún tener que ir a trabajar y estudiar con esa ropa, fue fastidioso y rarísimo, mis amigos no lo podían creer pero tenía que hacerlo. Hoy en día mi vestuario se basa en cuatro aspectos: lo que está de moda, la comodidad, la situación y lo que va con mi edad. Ya no puedo vestirme como cuando tenía 15 o 20, lamentablemente no es lo mismo. Ahora uso maquillaje y cremas, el paso de los años se hace sentir (algunos pensarán que soy una exagerada, pero es verdad), debo ir más seguido a la manicure, la pedicure, que el corte de cabello, las depilaciones... realmente los hombres se la llevan fácil. Lo peor de todo es que no me duele hacer estas cosas, lo que más me duele es tener que gastar por ellas.

Termino este post diciendo que no sé qué habrá en mi futuro vestuario, tú lo sabes?

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